CURIOSIDADES DE MEMO

Nació y creció en Chile. Estudió Ingeniería Comercial, pero nunca ejerció, pues a los veintidós años se aburrió y emigró a Miami, donde vivía su madre. Como cualquier latino sin papeles, hizo de todo para sobrevivir: pintó casas, arregló autos, contestó teléfonos.
La idea de hacer música le rondaba en la cabeza. Después de todo, en el colegio había tenido un grupo, los WeFive, con los que tocaba a los Rolling Stones y otros rockeros de la época.

Para cualquier treintañero latinoamericano todas esos dibujitos vistos
son parte de la infancia, para Aguirre son simplemente desconocidas. Nunca ha visto un capítulo completo. Tan poca importancia les daba, que ni siquiera guardó una copia de esas canciones.
“Nunca supe qué pasó con los dibujos animados. Yo creía que grabábamos y se había perdido todo. Así es que me vine a encontrar con la sorpresa cuando me dijeron que hiciera un disco.
Les dije: están locos, quién va a comprarlo si hace veinte años que lo grabé”, cuenta Memo, que por entonces se dedicaba a componer y producir temas publicitarios.

El regreso de los robots, el primer disco del Capitán Memo, estuvo listo en noviembre de 2004. El bautizo de fuego lo tuvo en vivo el 24 de diciembre de ese año, cuando unas mil quinientas personas corrieron a la discoteca Blondie tras abrir los regalos de Navidad. Ahí estrenó su look de juveniles anteojos de sol y su voz ochentosa, que contrastan con las canas que ya se asoman y que no oculta. Imágenes
del evento se encuentran hasta hoy en YouTube y el público corea tan fuerte sus canciones que apenas se escucha su voz.

El tema de los fanáticos también golpeó fuerte al propio Aguirre.
Un día recibió un email de una chica llamada Sandra. “Me encanta tu voz, me trae tantos recuerdos”, le decía, y él lo encontró “nice”,cuenta Memo, que le respondió y la invitó a un concierto. Al poco tiempo estaba viviendo con ella y ya tienen tres hijos. Ella era fanática del Capitán Futuro, por eso ahora es ésa su canción favorita también,confiesa Memo.

Un buen día Memo escuchó a Sandra cantar en la ducha y le pareció expectacular.
La invitó a unirse a sus shows, pero ella se negó. Hasta que lo invitaron a tocar en Panamá.
“Ella no me deja ni un minuto solo”, dice Aguirre; entonces le puso como condición
para acompañarlo que cantara las canciones de la Abeja Maya y Candy, cuyas voces son femeninas. Ella se paró sobre el escenario con sus rizos rubios, entonó “Si me buscas/ tú a mí…”
Sólo faltaba Anthony para que la escena estuviera completa. Si bien la canción no la compuso Memo, la grabó en su segundo disco porque sus fans las pidieron, junto con la de Marco (“En un puerto italiano/ al pie de la montaña…”), cuya letra tampoco creó.