El mito decía que era chileno, pero otros apostaban a que era mexicano.Su acento neutro, orientado a todo el público latinoamericano, impedía precisar su nacionalidad. Como todo lo que hace furor en la red, la renovada fiebre se difundió de link en link y gracias al MP3 sus canciones empezaron a ser descargadas y copiadas por todos lados.“¿Cuándo nos íbamos a imaginar que vivía en Santiago? ¡Tanto que lo buscamos por todos lados y aquí estaba, tan cerca!”
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